miércoles, agosto 02, 2006

¿Apología del creacionismo?

Me tiene intrigada la penúltima columna de Juan Manuel de Prada en XL Semanal, que descubrí gracias a magonia: desde luego que intenta poner en tela de juicio la Teoría de la Evolución (que tampoco es ninguna verdad absoluta, sino una hipótesis bastante probada y aceptada), pero no logro discernir si defiende lo que cuenta el Génesis, si simplemente niega lo que está aceptado pero no sugiere nada más, o si va a resultar que este hombre es pastafari.
Siempre me ha llamado la atención la rotundidad con que se suele negar la intervención del misterio cuando se trata de explicar el origen del hombre; pero lo cierto es que, si existe un momento en la historia del universo en que parece más que probable la intervención del misterio, es precisamente el momento en que el hombre irrumpe en el mundo.

A qué se referirá con la intervención del misterio? Me recuerda poderosamente a los sermones del personal religioso al respecto de las teorías científicas: Que el registro fósil no es infalible, que el método científico no es 100% seguro, que hay lagunas en la línea evolutiva... sin embargo, para explicar que el pueblo judío atravesó el Mar Rojo a pie no te dan razonamientos, porque eso no hay que tomárselo literalemente... vamos, que estos quieren volver a los tiempos es que sólo ellos sabían leer, y nos lo explicaban.
Por supuesto, mención aparte merecen las incongruencias monumentales del escrito, mezclando tocino, velocidad, churras, merinas, y homos sapiens, sin tomarse la más mínima molestia de mirar fechas y definiciones. Incluso habiéndose documentado en la Wikipedia habría resultado más profesional.
Ésta es la sencilla y escueta verdad que debería dejarse bien clara en cualquier intento mínimamente honesto de dilucidar los inicios de la humanidad. Si el autor de las pinturas rupestres hubiera sido tan animal como el mono que pintó, sería increíble que fuera capaz de hacer lo que al resto de animales les estaba vedado. Tampoco me sirve esa hipótesis que afirma que el hombre llegó a dibujar al final de un proceso evolutivo: las pinturas rupestres no fueron comenzadas por monos y terminadas por hombres

Demencial. Demuestra que no sólo desprecia el conocimiento científico, sino que intenta solapar las lagunas que tiene a base de demagogia y exageraciones. Lo mejor del asunto, es que sin pretenderlo, dice verdades: obviamente las pinturas rupestres no son obra de monos, sino de sujetos del género homo, cuyos ancestros se remontan a hace 6 millones de años, aproximadamente, y las primeras pinturas rupestres datan de hace sólo 400.000. Además, me preocupa bastante lo e "sencilla y escueta verdad", porque volviendo a lo de antes, da la sensación de que prefiere dogmas indiscuibles a razonamientos que se puedan debatir.

El hombre no puede ser considerado sino como una criatura absolutamente independiente y singular respecto a las demás criaturas. La señal más evidente de su independencia y misteriosa singularidad, la prueba de que no es el producto de un mero continuo evolutivo, es el impulso artístico. El hombre es único y diferente del resto de animales porque es creador además de criatura.

Bien, vemos que JMdP setá tan orgulloso de ser escritor que se cree independiente y supongo que superior al reino que le corresponde, el de los animales. Realmente, con este artículo me ha hundido, esperaba más incluso de él.

2 comentarios:

Vicent dijo...

Pues no te pierdas la última columna de ese meapilas:

Columna

Vicent dijo...

Al parecer es un artículo repetido, aunque con otro título. En Magonia ya daban cuenta de él hace un par de años.